29 de agosto de 2013

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Los Dongria Khond, de India recuperan su dignidad y su territorio

Niñas dongria khond protestando contra la mina de bauxita
Los casi 8.000 miembros de la comunidad india de los dongria khond están a solo un paso de conseguir su victoria contra la empresa minera británica Vedanta, dieciséis años después de que comenzaran las negociaciones sobre la construcción de una mina en las colinas de Niyamgiri, aunque la decisión última ya no está en su mano. Tras una larga lucha, será el Ministerio de Medio Ambiente indio el que tenga la palabra definitiva.

El primer acuerdo entre el Gobierno indio y una filial de Vedanta, en 1997, dio lugar, a pesar de las protestas, al desalojo en 2003 de los habitantes de Lanjigarh, a pie de las colinas de Niyamgiri, para construir una refinería de bauxita que trabajaría los materiales extraídos de la futura mina. Los dongrias de Kinari fueron trasladados a una colonia de rehabilitación, mientras veían cómo su comunidad era destruida. Algunos comenzaron a trabajar en la refinería, pero «la mayoría sobrevive a base de limosna», según apunta Laura de Luis, portavoz de Survival Internacional.
Con el tiempo, los problemas de salud que causó la refinería comenzaron a ser graves. El comité de control del Gobierno calificó la contaminación de «alarmante» y «continua». Los problemas que causaba la planta y el plan de Vedanta de construir su mina en una montaña sagrada para la tribu hizo que la oenegé Survival Internacional comenzara su campaña. Pero, en el 2008, el Tribunal Supremo autorizó la mina. Fue entonces cuando se difunde el documental La mina. Historia de una montaña sagrada. La primera reacción llegó de la Iglesia de Inglaterra, que vendió sus acciones en Vendeta por motivos éticos. Luego otros siguieron sus pasos. Al mismo tiempo, una comisión de investigación persuadió al Gobierno para que paralizase el avance de la mina.
En el 2012, la refinería cerró sus puertas por falta de bauxita y en abril del 2013 tuvo lugar una decisión histórica adoptada por el Tribunal Supremo de la India. «Se decretó que las personas afectadas por la mina que Vedanta quiere abrir en su tierra tienen voz y voto a la hora de decidir si esta sale o no adelante», indica Laura de Luis.
La decisión quedó en manos de los indígenas. Pero no fue fácil, porque, según Survival International, sufrieron todo tipo de chantajes y presiones para forzar una decisión favorable al yacimiento. Paralelamente, el apoyo de la oenegé dio a conocer su caso a nivel internacional y las muestras de apoyo empezaron a llegar. «Hasta que no llevamos su mensaje al plano internacional, los medios locales no empezaron a prestar atención a las desesperadas denuncias de los miembros de la comunidad», según explica la portavoz de Survival.

El veredicto final

Finalmente, el pasado 20 de agosto los afectados tomaron su propia decisión: su montaña sagrada debe conservarse. La explotación de bauxita, por lo tanto, no podrá hacerse, aunque la decisión última la deberá tomar el Tribunal Supremo, que, si mantiene el espíritu de lo acordado en abril, no hará más que refrendar el acuerdo de las comunidades locales.
Por ahora se desconoce cuando el alto tribunal dará su veredicto final, aunque desde Survival International esperan que no se demore demasiado, ya que «son muchos los años de espera los que los dongria khonds llevan a sus espaldas luchando por evitar la destrucción de sus tierras y de sí mismos como pueblo diferenciado».
«Es hora ya de que prevalezca el respeto entre seres humanos, se entierre la visión racista y colonialista que considera a estas personas primitivas y se les permita vivir en sus tierras como elijan», según asegura la portavoz de la oenegé en España, Laura de Luis. Si finalmente, como se espera, los indios ganan la batalla a la multinacional supondrá un importante precedente a nivel mundial.

Fuente: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2013/08/25/tribu-gano-multinacional/0003_201308G25P27991.htm