Coca en el TIPNIS

Desde hace mucho tiempo se ha venido hablando constantemente del problema del Parque Nacional Territorio Indígena Isiboro Secure (TIPNIS), que consiste esencialmente en una disputa entre dos lógicas, la primera que en esencia es explotar los bosques que aun no han sido depredados agresivamente. La otra lógica que se contrapone a esta es la de el aprovechamiento sostenible de los bosques.

La pregunta que se queda en el aire es ¿A qué lógica pertenece las políticas del gobierno de Bolivia? Se podría considerar que bajo el discurso realizado por el gobierno cuyo máximo exponente es la declaración de Tikipaya (Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra) que se podría resumir en una sola frase “Pachamana o Muerte”. Para que los que no entiendan significa que la naturaleza está por encima de cualquier interés, además de que su defensa debe ser  hasta la muerte.

Pero los hechos parece que son muy diferentes al discurso del gobierno. Muy pocos pueden asegurar que la influencia Cocalera en las políticas gubernamentales es muy amplia, y mucho menos probable es encontrar a alguien que puede indicar que uno de los principales puntos de la política gubernamental, es la promoción y defensa de la actividad de los cocaleros, una política que se ha reflejado en la legalización de los cultivos de coca en Cochabamba (Chapare) y, un solapamiento a las constantes intervenciones de colonos cocaleros en parques nacionales como Carrasco e Isiboro Secure. Datos que son confirmados por el más reciente informe de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC).

 

En este informe se expone muy claramente que ha habido un constante crecimiento de los cultivos de coca en parques nacionales, en especial en los ya mencionados. Ese crecimiento no condice la lógica del aprovechamiento sostenible del bosque, sino en su depredación para la consecución de mayores recursos económicos, es decir se sigue una lógica capitalista ya del siglo pasado que ha demostrado que tiene mucho éxito, tanto para la generación de riqueza como para la degradación de los suelos, la contaminación de las aguas y la reducción de la biomasa para purificar el aire. Es decir una política que ha tenido éxito sólo en la generación de riqueza, pero al mismo tiempo un empobrecimiento de las bases productivas (aire, suelo, agua).

Hace algunas semanas, el presidente Juan Evo Morales, recibió otro título de doctor honoris causa y un reconocimiento como el mayor defensor de la madre tierra. Al mismo tiempo, en Bolivia, se estaba realizando una marcha en defensa del Parque Nacional Territorio indígena Isiboro Secure (TPNIS), ya que este último fue amenazado por la construcción de un tramo carretero por su centro, esto puede ser interpretado como una contradiccion

Existen en Internet y en prensa escrita, una gran cantidad de artículos, ensayos e incluso monografías sobre la amenaza que la construcción de dicho tramo carretero cierne sobre el TIPNIS, tanto por qué puede llegar a implicar una gran depredación de los bosques, como una expansión de la frontera agrícola tanto para el cultivo de coca como de granos como la soya.

No es una novedad para los lectores que nuestra posición siempre ha sido en contra de la construcción de dicho tramo por el centro del parque. Tampoco es una novedad que abogamos por una profunda y seria investigación sobre las consecuencias que traería a las comunidades afectadas, directa e indirectamente. Pero sobre todo consideramos que una decisión política como la construcción de una carretera, debe ser realizada siguiendo todos los pasos que la ley estipula. Uno de esos pasos fundamentales es la consulta previa.

Artículo 403. I. Se reconoce la integralidad del territorio indígena originario campesino, que incluye el derecho a la tierra, al uso y aprovechamiento exclusivo de los recursos naturales renovables en las condiciones determinadas por la ley; a la consulta previa e informada y a la participación en los beneficios por la explotación de los recursos naturales no renovables que se encuentran  en sus territorios; la facultad de aplicar sus normas propias, administrados por sus estructuras de representación y la definición de su desarrollo de acuerdo a sus criterios culturales y principios de convivencia armónica con la naturaleza. Los territorios indígena originario campesinos podrán estar compuestos por comunidades. (NUEVA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO, negrillas son añadidas)

Pero además esta decisión política, debe ser sustentada en el conocimiento, que sólo puede ser obtenido a través de un investigación multidisciplinaria, un investigación que nos permita entender cuáles serían los efectos que la carretera tendría, tanto a nivel biológico como social.

Hace unos días realizamos una entrevista con el Dr. Bernardo Fisherman, en la que extra micrófonos nos indicaba que la presencia del estado en territorios tan aislados como el Parque Nacional Territorio indígena Isiboro Secure (TIPNIS) es casi nula, por lo tanto las promesas que hace el estado de que una vez construido el tramo carretero éste no afectará significativamente el bosque son inútiles, ya que se ha demostrado muy ampliamente que sin una presencia fuerte del estado no se puede controlar ni la depredación y la colonización extensiva.

Entonces sólo cabe decir, que si las expectativas del gobierno de construir un tramo carretero por el propio centro del parque son un éxito y, las promesas de que la carretera no destruirá el parque no son cumplidas, no quedará de otra que catalogar a las políticas del gobierno como pertenecientes a una lógica de explotación, en muchos casos no sostenible, de los bosques procurando una acumulación de capital en manos, esta vez muy probablemente de colonos cocaleros.

En próximas ediciones analizaremos los impactos que traería al Parque Nacional Isiboro Secure, la construcción de una carretera que lo divida en dos partes. Primeramente analizaremos las implicaciones que puede traer para la explotación petrolera, para el último realizar un profundo análisis sobre una gran posibilidad de que se realice un etnocidio masivo, en el cual las comunidades indígenas que viven en el TIPNIS puedan sufrir.